A principios de
este año tuve un encuentro con un extraño que al verlo me di cuenta estaba
triste, cansado y con pocas esperanzas. Mencionó que se divorció hace un año,
pero aun sigue luchando por su esposa y familia. Le pregunté si podía orar por
él. Él aceptó.
Luego, me
preguntó: "¿ERES UN ÁNGEL?" Sonreí. -Me hizo la pregunta nuevamente
ya que no respondí de inmediato. Entonces le conteste: "No, yo soy real;
yo soy de carne y hueso como tú.."
Yo estaba
asombrada cuestionando qué le hizo pensar que yo podía ser un ángel;
ciertamente yo no traía aspecto de ángel porque estaba con mi ropa de hacer
ejercicio sin una molécula de maquillaje y el pelo casi despeinado.
Tarde todo un día
para darme cuenta de que fueron mis palabras que llevaron al extraño a imaginar
que yo era un ángel. Después de este encuentro puedo asegurar que el uso de las
palabras de buena voluntad son poderosas!
El
propósito de este blog es crear un dialogo escrito con la intención de crear
momentos angelicales.
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